El agua lava la yedra; rompe el agua verdinegra; el agua lava la piedra... Y en mi corazón ardiente, llueve, llueve dulcemente Esté el horizonte triste; ¿el paisaje ya no existe?; un día rosa persiste en el pálido poniente... Llueve, llueve dulcemente.
Mi frente cae en mi mano ¡Ni una mujer, ni un hermano! ¡Mi juventud pasa en vano! - Mi mano deja mi frente... - ¡Llueve, llueve dulcemente!
¡Tarde, llueve; tarde, llora; que, aunque hubiera un sol de aurora no llegará mi hora luminosa y floreciente! ¡Llueve, llora dulcemente!
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